Doy gracias a Dios y a ustedes por haberme
permitido terminar el mayor de mis anhelos,
por el apoyo incondicional y desinteresado,
por sus sacrificios y esfuerzos constantes,
por compartir conmigo tristezas, alegrías
éxitos, fracasos y por creer en mí.
Porque a través de sus consejos
logré forjar un camino, guiarme y alentarme
ante los obstáculos que se me presentaron
para lograr el éxito en mi superación
como profesional, la cual constituye
la mejor de las herencias.
Con Amor, Admiración y Respeto.